Economía admite que el Plan Bonos y la derogación del CER tendrá un costo fiscal

[su_note note_color=»#cdcdcd»]Atanasof aseguró que las negociaciones con los bancos "van por el buen camino" y reiteró que este tema es una de las prioridades del Gobierno y en ello está trabajando fuertemente la cartera económica. [/su_note]El Ministerio de Economía admitió que la instrumentación del Plan Bonos y la derogación del CER como método de indexación provocará «un costo fiscal» cuyo monto no fue precisado. A su vez, fuentes del Palacio de Hacienda negaron la posibilidad de que hoy se dicte un feriado cambiario y bancario al salir al cruce de rumores en ese sentido que, según algunas interpretaciones, podrían ser producto de una puja interna en el sector financiero. «No hay motivos para que alguien diga que hay feriado bancario», respondió con sorpresa un colaborador del ministro, Roberto Lavagna, quien no descartó la posibilidad de un «accionar de operadores del circuito financiero» para quebrar las conversaciones. Miembros del equipo económico continuaron ayer con las negociaciones con los bancos para implementar el Plan Bonos y de acuerdo con fuentes del Palacio de Hacienda, las posiciones «se habrían acercado». Por un lado el Gobierno reconoció que el plan bonos junto a la eliminación del CER provoca un descalce bancario y a partir de allí los bancos comenzaron a aceptar garantizar junto al estado los títulos que se les entregará a los ahorristas a cambio de sus depósitos reprogramados. El proyecto de trueque de depósitos por títulos había sido presentado como un plan equilibrado que no generaba nueva deuda para el Estado argentino, pues el fisco emitiría papeles por igual valor que los bonos de deuda pública que entregarían los bancos. Sin embargo luego de la derogación del CER se estima que quedaron sin financiamiento entre 4.000 y 5.000 millones de pesos, por lo que el equipo económico y los bancos están buscando la solución para compensar ese saldo. Pese al supuesto acercamiento de posiciones el decreto de necesidad y urgencia que pondrá en marcha este plan no sería anunciado al menos hasta el lunes o el martes de la semana pasada. En ese sentido se expresó el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, quien señaló que el presidente Eduardo Duhalde tendrá «la última palabra» para definir de qué manera se abrirá el corralito, e insistió en que la aspiración del Gobierno es solucionar este tema «en el menor plazo posible». Atanasof aseguró que las negociaciones con los bancos «van por el buen camino» y reiteró que este tema es una de las prioridades del Gobierno y en ello está trabajando fuertemente la cartera económica. Al respecto, el vocero presidencial, Eduardo Amadeo, sostuvo que «necesitamos sacar cuanto antes el bono, pero no queremos cometer errores porque el plan Bonex tiene que asegurarle credibilidad a la gente, en el sentido de que realmente lo va a cobrar, y para eso hay que darle garantías». El funcionario insistió en que «el bono no debe implicar para el Estado mas responsabilidades que las que ya ha tomado con este tema, entonces es mejor que se cocine despacio y no que salga crudo». Por su parte, el presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, Roberto Feletti, sostuvo que la banca debe hacerse cargo en forma compartida con el Gobierno de devolver los depósitos de la gente, porque remarcó que el Estado «no puede seguir aumentando su deuda pública» a través de la emisión de bonos. Así, Feletti reconoció que «cuando la banca reclama, por la pesificación asimétrica de depósitos y créditos, tiene una cuota de razón», pero consideró que «tiene que hacerse cargo que el descalce de monedas estuvo provocado el riesgo alto que tomaron al prestar en dólares a quien gana en pesos». «Entonces los bancos no pueden decir ‘compénsenos con un cálculo la diferencia’, porque si aplico el CER buena parte no lo voy a poder cobrar», indicó el titular del Ciudad.

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