En cada puerto recuerda a Misiones

Al misionero Javier Franco le gusta la vida militar desde pequeño, hijo de policía y sobrino de marino, ahora quiere ser Oficial de la Marina. Para cumplir su sueño ingresó en la Armada Argentina hace 4 años y hoy es uno de los 75 guardiamarinas de la fragata ARA Libertad que se encuentra navegando por el Pacífico, luego de despedir el lunes pasado el puerto peruano de El Callao.

A Javier Franco le gusta la vida militar desde pequeño, hijo de policía y sobrino de marino, ahora quiere ser Oficial de la Marina. Para cumplir su sueño ingresó en la Armada Argentina hace 4 años y hoy es uno de los 75 guardiamarinas de la fragata ARA “Libertad” que se encuentra navegando por el Pacífico, luego de despedir el lunes pasado el puerto peruano de El Callao. 

La fragata –además de realizar el 41º Viaje de Instrucción de los cadetes de la Escuela Naval Militar– participa en la Regata y Encuentro Internacional de Grandes Veleros “Velas Sudamérica 2010”, por los festejos del Bicentenario de la Nación.  

El misionero por adopción tiene el grado de guardiamarina en comisión e inició su viaje el 23 de enero junto a más de 300 tripulantes. A bordo de la fragata cursa –como es tradición naval– el último año de su carrera militar. 

Ayer, escoltada por yates y veleros civiles, la fragata argentina le dijo adiós a tierras peruanas en donde permaneció cinco días y puso proa a Guayaquil, su próximo puerto en Ecuador, donde tiene previsto arribar el próximo jueves 6 de mayo.  

La imagen de los grandes navíos hicieron revivir una parte de la historia de este puerto que durante el Virreinato del Perú, debido a su calidad de puerto principal de las colonias, fue blanco permanente de ataques de piratas y corsarios que llegaban con sus grandes navíos.  

En este caso, los veleros trajeron un mensaje de paz, unión y celebración del bicentenario de las Primeras Juntas de Gobierno de cinco naciones: Argentina, Chile, Colombia, México y Venezuela. 

Ya llevan unos 3 meses de navegación. Desde el inicio del viaje tocaron los puertos de Río de Janeiro, Mar del Plata, Montevideo, Buenos Aires, Ushuaia, Punta Arenas, Valparaíso, y Antofagasta. 

Un misionero en la fragata Libertad 

Javier nació en Buenos Aires pero al año y medio se fue a vivir a Misiones. Decidió ingresar a la Armada Argentina por un tío –hoy suboficial principal retirado– que le comentó sobre el estilo de vida de la Armada. Pero a Javier siempre le interesaron las fuerzas de seguridad, “y siempre me gustó la vida militar”, dijo, porque su padre es policía retirado de la Policía Federal.  

Eligió la orientación naval de superficie, es decir, estar a bordo de los buques la gran mayoría del tiempo. “En este viaje, en puerto y en navegación, estoy aprovechando todo lo que pueda aprender y con la Regata del Bicentenario sacar frutos de la experiencia con otras Armadas. Me tocó estar en el “Sagrés” el buque escuela portugués; las costumbres son distintas y es muy lindo tanto el buque –es embajador como la fragata Libertad– como la formación que tienen los marinos portugueses”, comentó el joven misionero.  

Su familia siempre lo apoyó en la decisión de ingresar a la Armada pero le costó un poco el desarraigo, “como a todos los que somos del interior, porque dejamos a toda la familia y a los amigos, pero ellos están orgullosos de que me encuentre aquí”, dijo.  

Para Javier el uniforme es un orgullo, “me genera mucha satisfacción la reacción de la gente cuando nos uniformados, tanto los chicos como los más grandes se interesan por lo que uno hace y nos felicitan, y eso se siente”, aseguró el futuro marino.  

“Servir a la Patria es un compromiso con el país y con cada habitante, de estar siempre disponible y donde lo designe la Armada”, concluyó el viajero. 

Los Grandes Veleros y la Regata por el Bicentenario 

De esta Regata Internacional participan el buque escuela de la Armada de Chile, la “Esmeralda”, el “Juan Sebastián Elcano” de España, “Capitán Miranda” de Uruguay, “Europa” de Holanda, fragata “Libertad” de la Argentina, “Cisne Branco” de Brasil, “Cuauhtémoc” de México, “Gloria” de Colombia, “Simón Bolívar” de Venezuela, “Sagrés” de Portugal y “Guayas” de Ecuador. 

En el marco del encuentro hubo dos regatas, una en el océano Atlántico y otra en el Pacífico. La primera pierna fue entre Río de Janeiro- Mar del Plata en febrero, donde la fragata “Libertad” obtuvo el mejor tiempo corregido en su categoría A-1 y llegó en segundo lugar en la general, detrás del “Cisne Branco” de Brasil. 

En la segunda fase Talcahuano-Valparaíso, el buque escuela argentino fue el primer buque de su categoría en traspasar la línea de llegada y el tercero en el agua, luego de catorce horas de navegación y unas noventa millas náuticas recorridas. La “Libertad” llegó 42 minutos después que el “Cisne Branco” y ocho minutos detrás del “Cuauhtémoc”, aunque en tiempo corregido la “embajadora de los mares” obtuvo el primer puesto. 

Se estima un par de meses más de navegación, un total de 12.200 millas náuticas recorridas, unos 4 mil tripulantes de 12 veleros, la visita a 14 puertos de 10 países de la región (ver itinerario completo – Talcahuano no va y se agregó Antofagasta) 

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