Gestiones transparentes y más espacio para los jóvenes, el desafío de las cooperativas de hoy

La ministra Fabiola Bianco y el disertante Mora Portuguez, en el Centro de Convenciones.

La ministra Fabiola Bianco y el disertante Mora Portuguez, en el Centro de Convenciones.

Alberto Mora Portuguez, responsable de la Oficina de Proyectos de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) América, sede Costa Rica, magister en Administración de Negocios con énfasis en mercadeo, de la Universidad Interamericana de Costa Rica y experto en formación de Recursos Humanos en  las Organizaciones Cooperativas, sostuvo que para que las cooperativas tengan éxito se deben establecer criterios para gestiones transparentes donde se de más espacio a los jóvenes.

 

En la conferencia magistral que abrió el espacio a los paneles y exposiciones del Congreso Cooperativo del Mercosur que se realiza hoy en el Centro de Convenciones, el funcionario bregó porque en toda América se continúe dando impulso al crecimiento de las cooperativas como modelos que generan empleo, en especial para aquellos jóvenes que aún permanecen en la exclusión. “Tenemos que seguir trabando por aportes que tengan principios éticos, morales y que sean el punto de partida para la generación de liderazgo”, indicó.

Asimismo explicó que una de las claves para que el cooperativismo pueda desarrollarse de acuerdo a su contenido social, son las gestiones transparentes.

 

“Necesitamos desde las cooperativas mayores rendiciones de cuentas para que la gestión sea transparentes y con el debido compromiso cuando uno cuenta con cargos especiales. Debemos contar con dirigentes y líderes que generen confianza. No solo para recibir un servicio sin ser cooperativistas, sino, vivenciar la experiencia cooperativa, y eso va para los jóvenes como también para esas personas que tienen juventud acumulada”, dijo.

En esa línea a su criterio cada socio de la cooperativa debe verla como su empresa familiar y no una organización donde no se pueda establecer un sentido de pertenencia. Además agregó que a la hora de enfrentar tendencias mercantilistas, las gestiones transparentes logran sortear los obstáculos que se presentan o que sólo buscan la rentabilidad financiera en un modelo de consumo cada vez más incipiente.

 

Puntos a mejorar

Entre los problemas detectados por Mora Portuguez resaltó la falta de educación formal del cooperativismo. La carencia de programas curriculares donde se enseñe el cooperativismo en la educación formal atenta no sólo con el futuro sino con el presente de las organizaciones. A modo de ejemplo sostuvo que los niños pequeños son los que mejor comprenden los principios del trabajo solidario, del compartir con valores que “se aprenden en las casas”. “Los niños son por naturaleza cooperativistas con valores que nosotros inculcamos pero, a medida que van creciendo los echamos a perder. Los valores son los que se enseñan en las casas y eso si es aprendido en la infancia se mantienen para toda la vida”, agregó.

A su criterio hay que desarrollar políticas y procesos de educación tanto para socios como para dirigentes con cargos “que no sean perpetuos”.

A la hora de poner en práctica la educación y la formación de los recursos humanos en las cooperativas recordó lo que se firmó a mediados de año en Panamá, Declaración de Panamá: una guía para las cooperativas de la región.

Así, propuso realizar un análisis FODA, previendo no sólo los recursos humanos y financieros para desarrollar un proyecto educativo, sino también los aportes técnicos que hacen a la competitividad.

A lo anterior expuesto sumó la necesidad de que los asociados participen y se involucren en la actividad de las organizaciones de manera que sean conocedores cercanos de la realidad como también de las decisiones que se tomen en el área dirigencial. Una vez concretados los proyectos, poner en marcha sistemas de monitoreo y evaluación del impacto del trabajo realizado.

Mora Portuguez  fue duro y crítico para sí, y para sus pares considerando que en el año internacional de las cooperativas, 2012, nada se hizo de lo mucho que hay por hacer. “Se hicieron miles de eventos, congresos y presentaciones pero no se logró juntar un dólar por cada cooperativista, que en el mundo somos mil millones, para crear un fondo de financiamiento. Eso no nos iba a costar nada. Lo que hay que entender es que el sector cooperativo es fuerte y debe hacerse valer con más participación de los jóvenes, de las mujeres y con gobernantes líderes que tengan visión”, puntualizó.

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