«La política que yo viví»

Fue uno de los primeros diputados provinciales, gobernador, ministro, y aspira a la senaduría. Perón le entregó el sable cuando ascendió a subteniente del Ejército. Fue uno de los pocos que pudo visitarlo en su exilio, en Puerta de Hierro, Madrid. Dice que Puerta debe volver a la gobernación, pero no sabe a quien votaría Perón [su_note note_color=»#cdcdcd»]También fue periodista y colaborador de distintos medios en Misiones.[/su_note][su_note note_color=»#cdcdcd»]Fue ministro de Asuntos Sociales en el todavía territorio nacional, diputado provincial surgido de las primeras elecciones en la provincia, nuevamente ministro. Líder del peronismo misionero de los años 50. Gobernador derrocado, vicegobernador, diputado n[/su_note]Al fondo de su despacho se ve un cuadro que muchos peronistas envidiarían: un altivo Juan Domingo Perón sostiene entre sus manos a un joven político trajeado. El escenario es la casa de Puerta de Hierro, en Madrid, durante el exilio del general. El joven es el misionero Miguel Ángel Alterach, hoy convertido en historia viva y un hombre que puede contar los sucesos que marcaron a fuego al país y la provincia: desde la asunción y liderazgo de Perón, la conformación de Misiones como provincia tras ser por años «territorio nacional», las sucesivas dictaduras, el retorno a la democracia y la llegada de un nuevo siglo que «nos encontró dominados». Nació en 1922 y ayer cumplió 80 años bien llevados. Miguel Ángel Alterach es un libro abierto de la tierra colorada que lo vio nacer y de la Argentina, en la que fue protagonista varias veces. Lucidez y claridad le sobran. Y hasta se da el placer de salir a andar «en su bicicletita» o a caminar por las calles de Posadas. Fue ministro de Asuntos Sociales en el todavía territorio nacional, diputado provincial surgido de las primeras elecciones en la provincia, nuevamente ministro. Líder del peronismo misionero de los años 50. Gobernador derrocado, vicegobernador, diputado nacional…sólo le queda la senaduría a la que todavía aspira. Fue wing izquierdo, un actual 7 en el fútbol, integrante de diferentes equipos y seleccionados y hoy todavía hace ejercicios. Recibió el diploma de subteniente de Infantería del Ejército de las manos de Perón a quien admiró desde entonces. «La historia mía en el peronismo comienza con la revolución de 1943. Yo era cadete de segundo año y estaba en la imaginaria (garita), como centinela, llega un oficial de servicio que me dice que avise a los cadetes de quinto año que se pongan en estado de alerta para conversar con ellos. Después me enteré que eran los aprestos para la revolución» (que terminó llevando al poder a Juan Domingo Perón). «Después aparece Perón. Nosotros veíamos en él a un hombre firme, con un perfil para seguir y sentirse estimulado. Me recibo de subteniente en el 44, Perón me entrega el diploma y después compartimos un almuerzo. Escuchábamos las palabras de un viejo soldado que nos afirma con él. Cuando fui transferido a Tartagal (Salta), seguíamos los acontecimientos por la radio y los diarios». ¿Qué lo sedujo de Perón? Era admiración al militar, pero también a un hombre con convicciones amplias en la faceta civil. Posteriormente, pido mi retiro impulsado a participar civilmente, era un tiempo de muchos beneficios por el rescate de los sectores sumergidos de la sociedad, los peones, y la decisión de ajustar a la patronal a las reglas de juego que se imponían en ese momento. Yo era un muchacho de barrio y me impactaba la transformación social del país, pido mi retiro y me dedico a estudiar en Santa Fe. En 1949 me afilio al peronismo en Santa Fe, aunque no participé activamente porque observaba el panorama después de salir de la vida militar. Ya en Misiones, me reafilio en 1952, en Posadas. Fui ministro de Asuntos Sociales del Territorio recientemente provincializado. Cuando se hacen las primeras elecciones en 1953, Claudio Arrechea (por ese entonces interventor) fue candidato a gobernador y renuncia como interventor, y yo iba a ser diputado provincial. Ganamos, pero renuncio a la diputación y sigo como ministro. Perón nos convoca a todos los ministros a una reunión donde expuso su visión sobre todo en el ámbito de la salud. Perón era un gran conocedor de la salud, pese a que algunos piensan que sólo era un militar. Fue un médico frustrado. Este fue el otro conocimiento que tuve y posteriormente por supuesto, en el exilio cuando Perón estuvo radicado en Puerta de Hierro, en Madrid, España. Yo concurro a un congreso internacional que se hace en Alemania y aproveché siempre los recesos para incorporarme a la política notarial en el sentido positivo, de organizar jornadas notariales, congresos, congresos internacionales y como tenía que ir a Alemania hago transito hacia Madrid. Hice las gestiones para encontrarme con el general y después de salir a hacer unas compras, vuelvo al hotel donde me encontré con un mensaje:»El General lo espera a las 17 horas, Puerta de Hierro». Charlamos en la oficina del General, conversamos de muchos temas. En primer lugar lo que me sedujo de Perón es la personalidad, no era un tipo encuadrado dentro de un estilo castrense, rígido, era un tipo flexible, una persona con gran conocimiento de las cosas, una gran apertura, eso fue en lo personal la admiración en su forma de conducirse. PERONISMO MISIONERO El Partido Peronista como tal, comienza su accionar en Misiones luego del Congreso realizado en la ciudad de Buenos Aires el 1 de diciembre de 1948, y entre quienes actúan desde este momento aparecen Leopoldo López Forastier; Alejandro Warenycia; Miguel Angel Alterach; Hugo Riosa; Julio Sánchez Valtier; José Carlos Freaza, etc. El 17 de diciembre de 1954 se convoca al electorado de Misiones para elegir gobernador; vicegobernador; senadores; diputados nacionales y provinciales, el 20 de marzo de 1955. En estas elecciones, el Peronismo obtiene el triunfo con un total de 54.051 votos sobre el radicalismo que obtuvo tan solo 20.390 votos. Claudio Arrechea, es electo gobernador, y asume sus funciones el 4 de junio de 1955. Una vez en el gobierno, se buscó organizar institucionalmente la nueva provincia y el escribano Alterach como ministro de Asuntos Sociales, junto a Julián Szychowski como Ministro de Economía y Obras Públicas; Julio Sánchez Valtier como Ministro de Gobierno son los iniciadores de la vida institucional. Este primer gobierno tuvo una vida efímera ya que el 20 de septiembre de 1955 mediante la denominada Revolución Libertadora fue depuesto el gobierno constitucional. «Yo participé del primer gobierno peronista, que fuimos derrocado, luego fui detenido por el solo hecho de ser peronista…» , rememora el veterano dirigente. Nuevamente fue derrocado en 1976, pero esta vez ya como gobernador. Siguió en el peronismo proscripto y fue uno de los iniciadores de la Multisectorial -que juntó a radicales, peronistas, empresarios y actores sociales- que contribuyó a la caída de la dictadura más sangrienta de la historia. Esa Multisectorial logró que se reunieran en Misiones el líder radical Ricardo Balbín y el jefe peronista Deolindo Felipe Bittel. El 24 de marzo de 1976, vuelve el recurrente procedimiento del golpe militar y deposición de las autoridades legítimas. Cesa el gobierno de Miguel Ángel Alterach, de 10 meses de duración, calla la Cámara de Representantes y por todo el territorio corre el frío de una larga noche dictatorial, comenzando la peor dictadura militar de la Historia Argentina, con un costo de 30.000 desaparecidos y muertos. Con la apertura de la democracia en 1983 el peronismo misionero estaba compuesto por dos líneas internas, «Acción y Solidaridad Peronista» liderada por el escribano Miguel Ángel Alterach, y «Afirmación Peronista» encabeza por Julio Cesar Humada; imponiéndose por amplio margen en las elecciones internas de ese año, resultando electo presidente del Partido Justicialista de Misiones y posteriormente elegido por el congreso del partido, candidato a Gobernador de la Provincia, conjuntamente con José Carlos Freaza como vicegobernador, siendo derrotados ambos el 30 de Octubre de 1983, por 6.000 votos frente a los radicales Ricardo Barrios Arrechea y Luis María Cassoni. Vuelve a la Rosadita con Ramón Puerta como gobernador en 1991. «Puerta me lleva como vice. Él siempre decía ‘tengo dos padres, el biológico y el político, que soy yo’. Ahora tengo la pretensión de que vuelva a pelear la gobernación, porque es el más capacitado para sacar a la provincia de esta crisis», enuncia el escribano. ¿Cómo vive estos momentos de la política donde piden que se vayan todos? «Hay muchos políticos para rescatar. Pero acá se quiere destuir la democracia por otros mecanismos que no son los cuarteles abiertos, sino destruir el protagonismo de los políticos». ¿Cómo encuentra al peronismo ahora? «El peronismo está bien, pese a diferencias que aparecen, naturales en una democracia». ¿Mantiene los ideales? «En la base del mundo, hay un proceso muy metido en la penetración que es otra forma de inserción. Antes le decíamos imperialismo, después, imperialismo económico y por último, la globalización y desaparece la bipolaridad con la izquierda rusa. Perón decía que el 2000 nos encontraría unidos o dominados, hoy estamos dominados. Existen imponderables que tiñen las ideologías». Pero el peronismo hoy ya no combate al capital… «La marchita del peronismo era contra el capital expoliador, explotador. Los factores de la economía son el trabajo, el capital y el medioambiente. Era combatir eso, defender el capital sano, el nacional, que hoy por la globalización está desapareciendo. Debemos pelear por el Mercosur, que también está siendo saqueado». Su candidato en la provincia es Puerta ¿quién sería su candidato nacional? «Hay dos personas, Carlos Menem y José Manuel De la Sota, a pesar de que aparece Rodríguez Saá en las encuestas, pero yo no lo veo posicionado». ¿Perón a quien votaría? Y no se, es difícil. Pero Perón se aggiornaba… Quiere que vuelva Puerta…¿le gustaría que vuelva Menem? «Menem…habría que ver, depende de qué nos ofrece a Misiones. Puerta es el dirigente político más preparado para remontar la crisis en Misiones en vinculación con el contexto nacional e internacional». ¿Qué le queda por hacer? «Me gustaría ser senador…porque tengo para ayudar a Misiones. Para el Ejecutivo no estoy, pese a que por ahí la gente me pide». ¿Qué le gustaría dejar como legado? «Que Misiones logre una inserción por la que luché en toda mi vida. En todos los aspectos. Por eso siempre fui un gran conciliador, tengo una excelente relación con la conducción del radicalismo, con Cacho Barrios Arrechea, Mario Losada, Balero Torres». Nació el 6 de agosto de 1922 a pocos pasos de la casa en la que vive actualmente, frente a la plaza San Martín. De chico jugaba al fútbol en las canchitas del barrio. A los 80 años, dice que su receta para mantenerse en forma es «andar en la bicicletita» recorriendo la ciudad o caminando. «Los muchos años se deben a eso y a una vida sana».

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