El contrabando de mercadería por el río Paraná, a través de los puertos clandestinos, paró ante el estricto control de organismos de seguridad del Brasil. Los “paseros” dejaron la actividad ante el temor de que sus cargas sean incautadas por la Policía brasileña.
La actividad ilícita en los puertos clandestinos, instalados a lo largo del río Paraná, presenta una disminución desde que inició en territorio del Brasil el operativo militar denominado Agata V.
Los compristas brasileños son ahuyentados por los controles en su país y esto repercute directamente en la actividad de paseros, encargados a trasladar en embarcaciones la mercadería a territorio brasileño por el río Paraná. Vanguardia desde hace varias semanas denuncia que los propios militares cobran 18 reales (36 mil guaraníes) por cada caja de productos contrabandeados al vecino país. Los “aportantes” son las personas que dicen ser dueños de atracaderos clandestinos que funcionan a orillas del Paraná y del Lago de Itaipú.
El comandante de la Ba-se Naval, capitán Hugo Gau-to, encargado de velar por la seguridad de las fronteras, había manifestado que nunca observó un puerto clandestino a la vera del Paraná. Dijo que solamente existen pequeños atracaderos, utilizados por pescadores.
(Fuente: diariovanguardia.com.py)
