Rula y los de la esquina en el Cidade

Blues, Rithm N’ Blues, Hard Rock. El blusman del Altoparaná dejó su sello ante un Centro Cultural repleto y orejas agradecidas.

 

La noche pintaba para el blues. La lluvia como fondo de una atmósfera cargada de electricidad. El vapor del asfalto mojado después de una jornada calcinante filtraba los viejos sonidos que salían del coqueto CC Vicente Cidade. Postales del rock local visto a través de la lente de Natalia Guerrero. Fado pintando en vivo su manera personal de plasmar el Blues, y adentro Rula y sus secuaces derramando la música del Mississippi a sólo unos pasos del río Paraná.

 

Música de un delta lejano convertida en sonidos de acá. Música negra. Una música de esclavos que bien pudo haber sido cantada por un mensú. Del blues salió el rock. Melancolía y sufrimiento convertidos en canciones que Rula traduce en celebración. Se celebró al Blues, se celebró al Rock. Zeppelin, Hendrix, y más clásicos también.

 

Rula cuenta con Los de La Esquina para renovar su pacto diabólico, ese que selló una alianza entre el Blues y su corazón. Julián Gafchaid en batería, Raúl Godoy en guitarra rítmica, Maxi Chavez derritiendo la armónica (¿cuántos años tiene? Esa armónica promete sonar), Marcelo ‘Abuelo’ Pérez con las teclas, saxo y ese tecladito que se sopla pero nadie sabe cómo se llama, Darío Cáceres en bajo y Gustavo Sánchez de Paraguay, con un guitarrón Gretsch que haría suspirar al mismo BB King.

 

La dinámica de un concierto de Blues entre amigos es muy loca. Rula se lanzaba a caballo de sus solos, y Maxi lo seguía sólo un par de pasos detrás. El abuelo se sumaba con su saxo soprano y de repente la atmósfera parecía  apunto de estallar. La música llenaba la sala, repicaba en los oídos y derrapaba justo a la altura del corazón. Cuando el Blues se convierte en una jam de pura inspiración, los instrumentos discuten entre sí conformando la más sutil unión. Cuando el Blues se disfruta y además se convierte en una buena causa (Rula está juntando fondos para su disco debut), queda poco más por hablar.

 

Por Marcelo Luketti

 

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas