La organización norteamericana dio el visto bueno para comenzar con la construcción de un cohete no tripulado que estará en órbita en 2016.
Tras varios días de debates, expertos de la agencia espacial estadounidesne y organizaciones externas llegaron a un acuerdo sobre el diseño de la nave espacial, los instrumentos científicos y la plataforma de lanzamiento.
La misión al asteroide Bennu ya había sido aprobada en 2013 y la Nasa completó la revisión de su diseño esta semana.
«Este es el último paso necesario para que esta misión pase del papel al producto terminado», dijo el director de la agencia, Gordon Johnston, según difundió la agencia alemana DPA.
La misión, denominada Osiris Rex deberá partir en la primavera de 2016 y llegar dos años más tarde al asteroide «Bennu», cuya superficie será analizada por cinco instrumentos científicos.
Está previsto que la nave espacial retorne a la Tierra en 2023, con al menos 60 gramos de muestras de asteroides a bordo.
Bennu, que tiene el tamaño aproximado de cinco campos de fútbol, podría tener informaciópara entender el origen del sistema solar y la vida.
