Paso a Paso

Escribe Juan Carlos Argüello, jefe de Redacción de Misiones On Line 

A escasas dos semanas para las elecciones legislativas provinciales, la definición de los frentes para competir en las primarias abiertas nacionales, reconfigura el análisis y modifica esencialmente el escenario opositor. Las PASO, que serán realizadas por segunda vez, alumbraron un llamativo frente en la provincia para enfrentar al Frente Renovador que mantuvo sus acuerdos con los partidos tradicionales. Pese a que en el pasado hubo una ruptura nada armoniosa, renació la alianza entre Ramón Puerta y Claudio Wipplinger, nuevamente socios locales de Mauricio Macri, que, junto al peronista Adolfo Velázquez, dirimirán el candidato a diputado nacional del espacio PRO-PJ-PTP. El radicalismo, tentado hasta último momento por Puerta, prefirió en este tiempo, apostar a sus raíces. Sin embargo, el escenario de raras alianzas se repite por todo el país.

 

 

Macri acordó con sectores peronistas en varias provincias y con radicales en otras. En San Juan se amigó con el partido del camionero Hugo Moyano, que a su vez en Buenos Aires es socio de Francisco De Narváez y Roberto Lavagna, y en Córdoba, de Domingo Felipe Cavallo, que buscará un espacio en el Congreso.

 

 

“El armado para el 2015 ya empezó y tendremos un gran equipo”, dijo Macri en su visita a Misiones, donde vino a respaldar a sus candidatos y a su amigo Ramón Puerta. Pese a que no hubo acuerdo con De Narváez, el intendente porteño asegura que está abierto el diálogo, al igual que con Daniel Scioli, a quien considera un amigo. De todos modos, reafirmó su “compromiso” de ser candidato a presidente en 2015. 

 

 

Pero en estas elecciones, no los une el amor, sino la necesidad imperiosa de sostener el espacio ganado en 2009.

 

 

Es que la oposición arriesga el doble de escaños que el oficialismo, cuando ganó en distritos clave. El kirchnerismo, con una elección mediana retendrá su espacio y podrá aumentar su número. Sobre todo en Diputados, donde la oposición tendrá que esforzarse demasiado para retener lugares.

 

 

Para ese segmento, la conducción de la Renovación analiza estratégicamente proponer la continuidad de quienes han tenido protagonismo en la negociación de los temas que interesan a Misiones. Por eso, trascendió que Alex Ziegler y Silvia Risko. Ambos tienen buen manejo de los temas que interesan a la Provincia y lograron entender la lógica de los despachos nacionales. Saben dónde golpear para que los planteos locales sean atendidos y ambos mantienen un línea directa con las recomendaciones del Gobierno provincial.

 

 

El objetivo de la Renovación es que los tres escaños sean leales al movimiento nacional, pero el tercer lugar todavía se mantiene en reserva.

 

 

Sin una disputa central como en 2009 con las retenciones a los patrones del campo, esta vez en la oposición cada uno debe cuidar sus propios porotos y esa es una explicación del fracaso del acuerdo entre Macri y De Narváez en Buenos Aires o la soledad del radicalismo en varias provincias, como el caso de Misiones.

 

 

Las primarias se convierten en una encuesta real que puede definir lugares en las listas, pero octubre será la prueba de fuego y de todos modos, hay tiempo para recomponer alguna relación rota. Los espacios políticos están claramente definidos y aunque haya matices, nada indica que vayan a cambiar en octubre.

 

 

El gran objetivo sigue siendo 2015 y la imposibilidad de presentarse a una reelección de la presidenta Cristina Fernández abre el juego en el oficialismo y la contra.

 

 

El problema central para el kirchnerismo es encontrar al sucesor de Cristina, ya que ni con la mayoría necesaria en el Congreso parece viable una reforma constitucional. Hasta ahora no emergen referentes que puedan tomar la posta como candidatos, aunque las bases del modelo político se sostengan.

 

 

La desconfianza permanente con Scioli obliga a dudar que sea el primero en la línea de sucesión. Hay otros gobernadores que se animan a pensar en una proyección nacional y varios funcionarios que aparecen en las encuestas sin mayor relevancia.

 

 

La gran incógnita es el futuro de Sergio Massa, ex K con vuelo propio que coquetea con Macri y otros opositores. «No es menor si Massa encabeza una lista. Tiene una altísima intención de voto en Buenos Aires y mide lo mismo para gobernador, presidente o diputado. Pero  faltan dos años», aclara Gustavo Córdoba, quien realizó un sondeo reciente en esa provincia.

 

 

Córdoba entiende que en octubre nadie será realmente un ganador. El Gobierno seguirá siendo la primera minoría, pero con una merma sustancial de votos que no podrá ser capitalizada por los rivales. «Todos pueden decir gané, pero solo en sus distritos, porque no armaron nada en términos nacionales», explica.

 

 

Para Córdoba así como el kirchnerismo sufre por la sucesión, la sociedad no visualiza una alternativa enredada en la lucha de egos y personalismos que ven a las legislativas apenas como un trámite previo a las presidenciales.

 

 

Sobre Misiones, los sondeos vaticinan un claro triunfo de la Renovación, aunque seguramente con un porcentaje menor al récord histórico alcanzado por el gobernador Maurice Closs en su reelección. Los espacios opositores, salvo el radicalismo, no superarían el piso del diez por ciento, con amplias zonas dominadas por el desconocimiento de los candidatos, incluidos algunos del propio oficialismo.

«La Renovación es el único intento exitoso de concertación en el país y es la sana envidia que le tienen a Misiones los líderes regionales, especialmente gobernadores. Por esa visión de adherir a un proyecto nacional, pero convicción política propia para marcar su rumbo», explica Córdoba.

 

 

La coherencia del oficialismo se expresa en el mismo mensaje de campaña. Profundizar el modelo, dicen del primero al último de los candidatos, en una línea argumental que se sostiene desde la doble conducción de Closs y Carlos Rovira, el presidente de la Legislatura provincial. No importan los nombres, sino el mensaje, entienden. 

 

 

Es que cualquier dato social o económico de los últimos diez años, revela un fuerte crecimiento en Misiones y como reflejo, la caída de los peores indicadores sociales, como pobreza, indigencia, desempleo. La apuesta a la educación está dando sus frutos y retrocedieron los índices de analfabetismo al mismo tiempo que aumentó la matrícula y la cantidad de escuelas. Ahora se suma además otro elemento estratégico para el futuro, con la sanción de la ley de Educación Técnica, que en diez años llevará al menos una escuela de ese tipo a cada municipio, generando jóvenes con una capacitación específica para un mercado laboral cada vez más demandante.

 

 

 

No sólo se tiene la población más joven del país, sino que Misiones ya es hoy la novena provincia más poblada.

 

 

El analfabetismo pasó de 6,2 a 4,1 al mismo tiempo que la asistencia a las escuelas desde los cinco años, creció 22,3 por ciento en la última década. En el otro extremo, las personas mayores de 65 años que perciben jubilación o pensión, aumentó 34,7 por ciento, el tercer crecimiento más importante del país. La pobreza en los hogares bajó de 61,3 por ciento a 6,8 durante el año pasado -un 89 por ciento-, mientras que la indigencia retrocedió 93 por ciento.

 

 

El Producto Bruto Geográfico, indicador clave que mide toda la actividad económica, fue el año pasado de 91.456.263.000 pesos, 143 por ciento más que en 2007 y con un crecimiento promedio de 17,8 por ciento anual. La caída de la desocupación también es destacable, aunque la elevada tasa de actividad obliga a crear más y más empleos. No es positivo el dato del empleo en negro, gran flagelo no resuelto y que alcanza a 42,1 por ciento de la población activa, cuatro puntos más que el año pasado.

 

 

Pero en la balanza, la idea de vivir con lo propio tiene efectos positivos. Todo se basó en una premisa basada en la autodeterminación, económica y política. Vivir con lo propio con recursos económicos y a partir de ahí, alcanzar metas como el autoabastecimiento alimentario, con un fuerte desarrollo de la ganadería y la producción agrícola.

 

 

La economía se sostiene con una rígida política fiscal que muestra resultados. En 2011 la Dirección General de Rentas recaudó 1.316.061.932 pesos. El año pasado, alcanzó a 1.850.760.044, 40,63 por ciento más y muy por encima de cualquier estimación inflacionaria y de la media nacional. Hasta febrero de este año, se registraba un aumento en la recaudación del 16.92 por ciento.

 

 

Se sabe que algunos referentes de la oposición no comulgan con el cobro de impuestos, como en la década del 90, cuando gobernaba Ramón Puerta y otros, como el radicalismo, apuestan a una flexibilidad fiscal al mismo tiempo que alientan subas salariales para el sector público, argumento repetido que no por su evidente fracaso en las urnas, deja de usarse entre candidatos de distinta estirpe.

 

 

Sorprende el escaso análisis comunicacional de los discursos dominantes entre los aspirantes opositores. Mientras que la sociedad disfruta y reclama más y mejores servicios, más y mejores derechos, sus argumentos se centran en pequeños nichos que no contemplan el todo.

 

 

Se entiende que hay representantes de diversos sectores, pero sería saludable un mínimo esfuerzo para intentar ampliar el espectro del convencimiento. Si se aspira a un escaño o en el futuro al Poder Ejecutivo, la representación deja de ser sectorial para convertirse en general y como ejercicio democrático sería bueno escuchar qué tienen para aportar. No bastan consignas ni las críticas habituales. El que está en la oposición debe entender que la promesa fácil alguna vez le puede resultar en contra si llega al Gobierno y que su rol no es necesariamente oponerse, sino aportar.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas