Presentan original sistema silvopastoril en Fachinal

Permite cultivar árboles al mismo tiempo que se recuperan pasturas. La experiencia fue explicada en el marco de una jornada de capacitación del IPCVA y el INTA. Es la primera vez que se preparan rollos de pastura para ganado en Misiones.

La asociación de las producciones forestal y ganadera en sistemas silvopastoriles fue uno de los ejes centrales de una jornada de actualización ganadera organizada en forma conjunta por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y la Sociedad Rural de Misiones y llevada adelante en el Establecimiento San Andrés, en Fachinal.

El primero en referirse al tema fue el ingeniero agrónomo Luís Colcombet, del Inta Montecarlo. En una detallada exposición que incluyó análisis de tasas de retorno financiero correspondientes a proyectos de forestoganadería, el técnico buscó demostrar la conveniencia de utilizar ese tipo de sistemas integrados en vez de hacer una producción puramente forestal o ganadera.

Enfatizó que los sistemas consorciados permiten al productor obtener ingresos a plazos mucho más cortos en comparación a lo que debería esperar si solamente se dedicara a la forestación, aunque reconoció que se trata de esquemas productivos mas complejos que requieren un uso de mano de obra más intensivo.

 Experiencia innovadora

Las salidas a campo también giraron en torno a los sistemas silvopastoriles. El encargado de la parte técnica del establecimiento San Andrés, Martín Tuzinkievich, explicó una novedosa experiencia que están desarrollando en uno de los predios. Se trata de un campo de 22 hectáreas en el que se había plantado pastura en 2004, cinco años después el terreno se encontraba muy degradado y sobrepastoreado. Para recuperarlo se requería retirar el ganado del lugar, pero para que ese terreno continúe siendo productivo, optaron por plantar pinos.

«Arrancamos en 2009, lo que buscamos fue recuperar la pastura sin resembrarla. Se cerró el lote para recuperar la pastura y se plantó pino con un sistema silvopastoril: son tres linderos apareados a 4,5 metros con un callejón intermedio de 12 metros, con una densidad de plantación de 800 plantas por hectárea», explicó.

A siete meses de iniciada la experiencia, se encontraron con un problema: la pastura comenzó a tapar a los jóvenes pinos. Para solucionarlo aplicaron una solución innovadora para la región, «primero se había decidido machetear el pasto para favorecer el crecimiento del pino, pero luego se optó por enrollar la pastura. Fueron las primeras experiencias de hacer rollos de pastura en esta zona. Ese primer año hicimos 350 rollos, 200 de 300 kilos y los restantes, de 600 kilos».

Durante los dos años que se dedicaron a la recuperación del terreno, se hicieron rollos con la pastura, mientras el pino continuaba creciendo. Tras ese período, se volvió a introducir ganado, «tenemos 57 vaquillas de 280 kilos promedio y la pastura está rindiendo bien a pesar de que está sometida a una carga excesiva, casi dos cabezas y media por hectárea», indicó.

 

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