La CIA vigila desde Foz de Iguazú la Triple Frontera en acuerdo con Brasil

Agentes de inteligencia de Estados Unidos actúan “libremente” en Brasil en colaboración con efectivos de la Policía Federal local en virtud de un acuerdo antidrogas firmado en 2000 y que tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 se orientó a la política antiterrorista, informó la prensa brasileña. 

 

Agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) estadounidense, “disfrazados de diplomáticos”, están distribuidos por todo el territorio brasileño en busca de información y a veces pautan líneas de acción en determinadas investigaciones y apuntan quién debe ser vigilado o rastreado por la policía nacional, dice el informe publicado por el diario Folha de Sao Paulo y reseñado por la agencia de noticias DPA.

 

 

La existencia del acuerdo fue confirmada por policías federales, efectivos de inteligencia del Ejército y funcionarios del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de la Presidencia de Brasil citados por el periódico, que afirmó que el convenio es “una formalidad” para disfrazar el espionaje.

 

 

“Opiné (en 2000) por la no oficialización del convenio en relación con las drogas porque era una cobertura para el espionaje desenfrenado, sin límites”, dijo el exsecretario nacional antidrogas Walter Maierovitch.

 

 

Según el informe, oficinas, computadoras y otros equipamientos, así como el propio edificio en el que trabajan en Brasilia unos 40 agentes brasileños de la División Antiterrorismo (DAT) de la Policía Federal fueron financiados con ayuda de la CIA

en los años 90.

 

Los agentes brasileños relataron que realizan cursos en Estados Unidos, en los cuales sus alojamientos e incluso el alquiler de automóviles durante su estadía son financiados por el gobierno norteamericano.

 

 

Asimismo, los agentes estadounidenses poseen oficinas propias en Río de Janeiro, lo que se justifica por la realización del mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, y en la localidad Sao Gabriel da Cachoeira, en el estado Amazonas, para vigilar la actuación de las FARC colombianas.

 

 

Los estadounidenses también están presentes en las bases que la Policía Federal posee en todo el país para el combate al terrorismo, ubicadas en Río de Janeiro, San Pablo, Foz de Iguazú -en la triple frontera entre Brasil, la Argentina y Paraguay- y Sao

Grabriel da Cachoeira.

 

Todas esas bases, afirmó el matutino, tienen equipamiento y tecnología de la CIA para llevar adelante los trabajos, y los agentes brasileños trabajan en equipo con los estadounidenses.

 

 

“Lo que más hay es estadounidense travestido de diplomático haciendo investigaciones en Brasil”, señaló el director de la Federación Nacional de los Policías Federales (Fenapef), Alexandre Ferreira.

 

 

En tanto, el profesor Eurico Figueiredo, del Instituto de Estudios Estratégicos de la Universidad Federal Fluminense, opinó que el problema no es el convenio entre la CIA y la Policía Federal en sí, sino que Brasil “no hizo lo que debía y no se protege contra ese `amigo`, que busca, en realidad, (cuidar) sus intereses”.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas