Para el Colegio de Arquitectos la construcción privada está en un pico histórico

El presidente de la entidad, Carlos Borio, destacó la cantidad de edificios en obra. Consideró que el ladrillo es una buena inversión, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. Cuestionó la política habitacional de construir grandes barrios, pero resaltó que se mantenga a la vivienda social como política de estado. Consideró que el desafío para Posadas será llevar infraestructura a las zonas alejadas de la franja costera.

 


La Mesa Grande: Carlos Borio – presidente del Colegio de Arquitectos

Para el presidente del Colegio de Arquitectos de Misiones, Carlos Borio, el nivel de actividad en la construcción privada en Posadas está en sus máximos niveles históricos. Remarcó que el año pasado se batió la marca máxima de metros cuadrados construidos que databa de 1995 y que en el año en curso no se nota una retracción, como sí ocurre en otros ámbitos. Destacó que los gobiernos nacional y provincial mantienen a la vivienda social como política de estado, pero cuestionó el modo en el que se produce el crecimiento de la ciudad.

Consideró que uno de los desafíos más importantes en materia de desarrollo urbano será llevar infraestructura a zonas ubicadas en el interior de la ciudad, lejos de la franja costera y lamentó que por cuestiones relacionadas a la especulación inmobiliaria, las inversiones del sector público, terminan generando ganancias en algunos actores del sector privado.

En diálogo con el programa La Mesa Grande, que se emite por las radios Libertad, República y Antena Uno, el presidente del colegio de profesionales que nuclea a los arquitectos de toda la provincia, señaló que en 2013 se superó en Posadas la marca histórica en metros cuadrados construidos por el sector privado –desde el municipio estimaron que sumando obras registradas y clandestinas se superaron los 700 mil metros cuadrados- y observó que a pesar de los cambios producidos en materia económica, no se nota en lo que va de este año una merma en la actividad. Atribuyó ese boom en la actividad a que el ladrillo sigue considerado como un buen refugio para los inversores, especialmente en momentos en los que hay incertidumbre con la economía.

Indicó que la construcción en Posadas está catalizando inversiones de toda la provincia, ya que se presenta como una inversión mucho más segura cualquiera que pudiera encontrarse en la mayor parte del interior provincial.

Advirtió empero que la ciudad presenta un importante desequilibrio en términos de infraestructura entre la franja costera, que fue intervenida por importantes inversiones financiadas por Yacyretá y las zonas alejadas del río, donde según Borio  “la inversión en infraestructura no llega de un modo tan directo, lo que representa uno de los desafíos más importantes, más aún si tomamos en cuenta que ciudad interior se tiene que resolver con los presupuestos locales. El borde costero es la fachada que la ciudad muestra en términos de marketing, pero el desafío es de qué modo ese borde, fuerte, vigoroso de gran infraestructura, empieza a permear hacía el interior”.

Expansión a los saltos

El profesional cuestionó el modo en el que se avanzó en el crecimiento de la ciudad, aunque reconoció que en ello mucho tuvo que ver el interés especulativo del sector inmobiliario. “Vemos como la política habitacional nunca se transformó en una herramienta de desarrollo urbano. En los últimos 40 años se repitieron intervenciones que obligaron a grandes expansiones urbanas. En los ‘70 fue en la Península Iprodha, en los ‘90 Itaembé Miní, en los 2000 Garupá y ahora Itaembé Guazú. Aunque hay  que señalar que como planteo superador, este último caso se lo presenta ya acompañado de un paquete de equipamiento y servicios lo que representa un salto cualitativo”, explicó.

Borio argumentó que ese crecimiento en grandes bloques termina generando fragmentos urbanos aislados del núcleo central y dejando espacios vacios, lo que hace más cara y dificultosa la expansión de los servicios y la infraestructura. Propuso que en vez de continuar extendiendo la ciudad en grandes bloques  habitacionales de más de mil viviendas, se procure consolidar los espacios vacios que hay entre los grandes bloques ya ocupados por complejos habitacionales.

Reconoció que contra esa opción, conspiran intereses inmobiliarios que se hacen de esos terrenos y se benefician con la llegada de la infraestructura.  “La inversión es pública, pero la ganancia se privatiza”, lamentó.

Más allá de las críticas formuladas a la urbanización de Posadas, el arquitecto reconoció que “en muchos países ha desaparecido de la agenda política la problemática de la vivienda social, en Argentina y en Misiones eso no ha ocurrido, de hecho sigue siendo tema central y eso no es un dato menor”, dijo.

Efecto Procrear

Borio destacó a la línea de créditos hipotecarios Procrear como un elemento dinamizador del sector. Advirtió que la cantidad de obras ejecutadas por ese plan no alcanza a “mover la aguja” a nivel macro, sí sirvió a escala micro.

“No incide para las grandes empresas constructoras, porque son viviendas que no superan los 70, 80 metros cuadrados, pero mueve la aguja porque abrió el juego y diversificó a múltiples actores sociales. Aparecieron profesionales firmando planos que hacía como diez años que no presentaban una carpeta”, explicó.

 

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