El caso

El 22 de septiembre del 2006 el entonces juez Reyes de Apóstoles ordenó el retiro de 3 millones de pesos del Macro para la empresa Touché y que se destine a otro banco, de la empresa Touché Moreno Ocampo que por esos días se dedicaba a cobrar impuestos vencidos para Rentas de la provincia.

Emilio Jouliá apoderado del Banco Macro había indicado que la persona que realizó la gestión para retirar el dinero era de apellido Bonifato y explicó que en el Banco se pagaban aparte las boletas de impuestos atrasados de Rentas y se acreditaba en una cuenta corriente distinta, había instrucción de Rentas por las comisiones y lo que debía hacerse, se informatizaba y se informaba tanto a Rentas como a Touché.

Al detallar la causa en el Juzgado de Reyes, Jouliá indicó que el Banco Macro se vio afectado porque se sustrajo de la cuenta de la Ute de Touché, una suma superior a los 3 millones de pesos, por una supuesta medida cautelar que planteó la Ute en la sede judicial en Apóstoles. No se trabó embargo ni se depositó la suma en otra cuenta judicial a resguardo como se hace normalmente, sino que fue orden de transferencia directa a una cuenta de un particular y personal en un banco privado, y de la que no se enteraron en su momento ni la Casa Central ni Rentas. Touché aducía deudas de Rentas para con la empresa.

Ante esta situación, el Banco interpuso recursos judiciales porque aseguraba que no se trataba de una conducta lícita de la empresa Touché, y «el juez Reyes no tenía competencia, y además la entidad bancaria no había tomado los recaudos, esto es una orden nula y atenta contra el orden público», sostuvo el apoderado del Macro en aquel momento. El hecho significó un escándalo y la posterior destitución mediante juicio del ex magistrado de Apóstoles.

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