“Hice lo que correspondía”, dijo la asistente social que denunció al hogar Pequeños Milagros

Cecilia Almeida es la asistente social que trabajó en el hogar Pequeños Milagros y que presentó sus denuncias a la justicia, por maltrato hacia los menores que allí se alojan. En su testimonio coincidió con sus colegas Ivonne Horrisberger y Alejandra Dussof, quienes también aseguraron que los chicos allí alojados son supuestamente maltratados por los encargados de la institución Fredy Pérez y Natalia Acuña. Según el abogado de la institución Raúl Peña, fue quien sustrajo a un menor del lugar y por eso a su vez fue denunciada en su momento.

 


Cecilia Almeida. Asistente social

“Soy la trabajadora social que mencionan en distintos medios como la que facilitó la sustracción de ese menor del Hogar y eso es mentira”, aseguró al ser entrevistada por Radio Libertad.

Aclaró que trabajó allí, y que “conozco a los encargados desde el 2009. Primero colaborando y después me tomaron como parte del equipo técnico del lugar. Conozco el funcionamiento del lugar, como actúan ellos y en primera persona conozco mejor que muchos de los que están opinando en este momento, cómo funciona ese lugar. Estuve todo el tiempo allí, conviviendo con esos chicos”, dijo.

Volviendo a la acusación de haber participado de la sustracción del menor, contó que “ese día no estaba en el lugar y no puedo decir quien retiró al menor porque yo no estaba presente. Ellos me acusan con total libertad y presentaron una denuncia donde me acusan que participé de la sustracción del menor y no es así de ninguna manera”.

Continuó relatando que “ese fin de semana no estaban los encargados, lo que es habitual porque hacían diversos trámites y los chicos se quedaban solos o con una persona que cocinaba y que no lo atendía, incluso había bebes”.

Almeida dijo que ese era un problema que la había planteado a los encargados. “Una vez les dije que había visto un bebé solito gateando en el patio de atrás. Cuando se lo manifesté me contestaron que si no la obligaban a tener que pagar a una trabajadora social, podría contratar a una guarda”.

La licenciada aseguró que se ausentaban varios días. “Por ejemplo los fines de semana del año pasado abrieron un comedor comunitario en Santa Ana, ellos se iban para allá y los chicos se quedaban con una de las nenas que tiene 16 años, -a la que ellos llaman hija pero no gestionaron la adopción-, o con una señora que vivía a la vuelta”, contó.

Luego consideró que, por lo menos en la época que ella asistía a Pequeños Milagros “al hogar le faltaban muchas cosas, como el cuidado de los chicos, la higiene, atención a la salud y psicológica. Yo me tenía que ocupar de hablar con las escuelas ya que ellos jamás lo hacían e ir a los juzgados a ver como estaban las causas”.

Aseguró que vio “maltrato psicológico. Parar a una nena de tres años durante horas mirando a una pared no creo que sea conveniente. Siempre eran los mismos chicos que estaban castigados”.

Destacó que la falta de higiene “era impresionante y notoria. No lavaban la ropa, la ponían en bolsas que quedaban durante días en el patio y terminaban llevándolas a la basura. Eso por lo menos era cuando yo estaba ahí, ahora no se como será”, explicó Almeida.

Detalló que el hogar tenía entonces dos dormitorios, uno de madera para las nenas y otra para varones, de material. “En el de las nenas había tres camas cuchetas y dormían dos nenas por cama. Las ventanas no tenían vidrios, no había ventilador y la puerta estaba rota”. Aseguró que el dormitorio de Fredy y Natalia “tiene sus comodidades, como aire acondicionado, un televisor LSD y una heladera”.

 

La denuncia

La trabajadora social continuó relatando que “hice lo que correspondía. Presenté una denuncia. Mientras trabajaba ahí, les di pautas para que modifiquen las cosas, pero no lo hicieron y empezaron a presionarme. Como persona, mamá y profesional no podía dejar que esos chicos estuviesen en esas condiciones. No iba a ser partícipe del maltrato físico ni psicológico. Presenté la denuncia en la Comisaría de la Mujer y los informes en juzgado de familia y en Desarrollo Social, a la doctora Bazante de Minoridad e Infancia, pero nunca me llamaron a declarar”, terminó diciendo. 

 

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