Retoques sutiles

Escribe Juan Carlos Argüello, jefe de Redacción de Misiones On Line 

La disyuntiva aparece amenazante tras una década. Después se sortear lo peor de las crisis financieras, el modelo económico muestra señales alarmantes de agotamiento y hay elementos que comienzan a convertirse en problemas sin que aparezca una solución eficaz a la vuelta de la esquina. La inflación ahoga el crecimiento y el remedio aplicado parece una aspirina para frenar una hemorragia.

 

 

La crisis policial de Córdoba, que tuvo sus reflejos en varias provincias y obligó a gobernadores a acordar aumentos a las apuradas, desnudó la fragilidad de una economía que supo tener momentos de gran robustez.

 

 

El efecto contagio del alzamiento cordobés generó aumentos similares en realidades económicas distintas y cuando el crecimiento previsto no garantiza recursos en igual magnitud.

 

 

Las necesidades de financiamiento de las provincias alcanzaron a 25,8 mil millones de pesos en 2013 y el monto de 2014 dependerá del tipo de arreglo salarial que se alcance.

 

 

Con subas promedio de 27 por ciento, las necesidades de financiamiento del año próximo sumarían 33,5 mil millones de pesos; cifra que ascendería a 41,3 y 54,3 mil millones de pesos en caso de actualizaciones salariales de 30 y 35 por ciento, según un estudio de la fundación Mediterránea.

 

 

En Misiones, el gobernador Maurice Closs ratificó que deberá ralentizarse el ritmo de obra pública para no afectar los servicios esenciales del Estado. En paralelo, se estudian medidas progresivas para aumentar los recursos propios, que vendrían de la mano de un gravamen al consumo, confirmó el mandatario en un balance anual realizado el martes en los estudios de Canal 12.

 

 

Fuentes tributarias señalaron que se barajan distintas alternativas para mejorar la recaudación sin tocar la base impositiva ni ahuyentar inversiones. Se sostendrá la premisa de que quienes más ganen, más tributen. Por eso, se apuntaría a actividades como los juegos de azar, las telefónicas, las entidades financieras y de seguros y los bancos que operan en Misiones, que acumularon pingües ganancias en este y años anteriores.

 

 

Las medidas serían anunciadas en pocos días más para que rijan desde enero, ya que el Gobierno debe recaudar más de 600 millones de pesos para hacer frente a las mayores erogaciones que significan el aumento para los policías y los pisos de negociación que se anticipan con otros gremios, en promedio del 30 por ciento, como planteó la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones, que, en la práctica, sirve como vara para las negociaciones de las otras entidades sindicales.

 

 

Otra de las posibilidades, que tiene consenso en el equipo tributario, es la adecuación de valores de bienes sobre los que se cobran impuestos. Ya se hizo un revalúo inmobiliario que fue frenado, pero otra opción es avanzar sobre el mercado de vehículos, que tiene a Misiones como una de las provincias con mayor cantidad de operaciones.

 

 

Es que los vehículos nuevos pagan en promedio un tributo mucho más elevado que los modelos sacados a la calle hace cinco o más años, valuados en montos muy inferiores a los que se comercializan en las concesionarias de usados, que en Misiones, tienen los mayores incrementos porcentuales de ventas en el país.

 

 

Para actualizar los valores, se usaría la tabla oficial de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina. La encuesta de precios es relevada permanentemente por la Comisión de Valuación de Vehículos de ACARA, integrada por representantes de distintos concesionarios de marca que operan en el mercado.

 

 

En esa comisión, en el transcurso de una reunión que celebran a la finalización de cada mes, se acuerdan las diferentes valorizaciones para cada marca, modelo y año, sobre la base del desenvolvimiento comercial observado en cada línea o segmento durante el último periodo mensual.

 

 

Ya no habría valores fijos para los vehículos de más de 16 años y también se podrían incluir variaciones en el mercado de motos, que creció exponencialmente. Pero sus propietarios pagan en patente casi lo mismo, cuando el valor de una moto de alta cilindrada es por lo menos 18 veces superior a una scooter o una de 125cc, que son las de mayor salida. 

 

 

Por ahora, se hacen las simulaciones para ver el impacto económico y en la caja. De aplicarse, el revalúo automotor generaría un fuerte incremento de los recursos, esencialmente en los municipios, ya que buena parte de la recaudación se queda allí y aliviaría de paso la obligación del Gobierno provincial de auxiliar permanentemente a algunas comunas.

 

 

Es claro que si se aumentan los gastos, y existe un consenso social en que los salarios son corroídos por la inflación, de algún lado deben salir los recursos para sostener toda la masa salarial. La puja sobre los salarios es intensa y el acuerdo policial impulsó reclamos similares que hacen que el Estado deba recaudar más y robustecer la recaudación siempre es una mejor opción, antes que el ajuste que proponen algunos dirigentes de la oposición. 

 

 

Closs entiende que es momento de realizar correcciones al modelo, aunque ratificó su adhesión y descartó estar ante un cisma como en las postrimerías de 2001, cuando De la Rúa huyó en helicóptero dejando al país en llamas.  “Hay que recuperar competitividad para las economías regionales”, aseguró y opinó que “hay un retraso cambiario que debe ser modificado”, dijo en el reportaje colectivo del balance de fin de año.

 

 

De todos modos, defendió al modelo nacional. “Pero tenemos que tener pautas claras, controlar las reservas. Generemos saldo exportable y controlemos políticas de consumo que ahora nos están trayendo más problemas que soluciones. Esto no quiere decir que estemos en una crisis como la de 2001, la economía está mucho mejor. Hay que reconocer los problemas o aceptar vivir con inflación, el problema es no reconocerlo ni adaptar tarifas y tipo de cambio a la inflación», indicó.

 

 

 

Un artículo del economista Adolfo Safrán, que preside el Consejo General de Educación, advierte que «para moderar los aumentos de precios se debe corregir la política fiscal y la política monetaria».

 

 

“No hay plan económico que resista reducir la inflación al 15-18 por ciento anual como se ha expresado días atrás si el circulante sigue creciendo a un 25 por ciento en el mismo período. Reducir algunos subsidios, reestructurar el gasto público constituye un elemento clave para reducir la tasa de inflación, sin caer en las recetas ortodoxas tradicionales del ajuste”, opina.

 

 

Al mismo tiempo, advierte que la inflación no es el único problema a resolver: la crisis del sector externo también está afectando seriamente la economía.

 

 

En los últimos doce meses el Tipo de Cambio se depreció un 26,9 por ciento, pero no resulta suficiente porque supera levemente al aumento de precios domésticos.

 

 

“Las nuevas medidas, como elevar el “Tipo de Cambio Turista” con la tasa del 35 por ciento no serán suficiente para que las empresas argentinas recuperen competitividad y frenar la salida de Reservas del BCRA que lleva una caída interanual del 31,9 por ciento. Para ello, la tasa de depreciación del Tipo de Cambio debe ser significativamente superior al 26 por ciento anual, con ello se reducirá necesariamente el “Dólar Blue” evitando promover la subfacturación de exportaciones que atenta también contra la recaudación fiscal y la demanda elevada de dólares que redujeron las mencionadas Reservas Internacionales», explica. Por el contrario, la recarga aplicada por la Afip a las compras en el exterior, complicaron las expectativas de la clase media. No deja de ser un impuesto regresivo, ya que paga lo mismo el que viaja a Miami con miles de dólares que el que juntó durante todo el año para vacacionar en la costa brasileña.

 

 

Safrán, como reitera en cada oportunidad el ministro de Economía, Axel Kicillof, no alienta una devaluación brusca para compensar la pérdida de competitividad ni la salida de dólares.

 

 

“Si el gobierno provoca alternaciones importantes en la economía (fuerte devaluación, aumento importante de tarifas, aumento importante de impuestos, etc) altera la previsibilidad económica, y posterga las decisiones de los agentes económicos, afectando seriamente al nivel de actividad económica y de empleo”.

 

 

Los cambios bruscos son propios de políticas económicas “ortodoxas” o “liberales”: I) plan de ajuste de Miguel Angel Roig y Néstor Rapanelli en julio de 1989 -presidencia de Carlos Menem-que devaluó bruscamente el Austral, aumentó tarifas y combustibles, congeló salarios, entre otros; II) El “Plan Bonex” de Erman Gonzalez también ministro de economía del presidente Menem con la confiscación de los depósitos a plazo fijo bancarios a cambio de un Bono a 10 años, recuerda Safrán.

 

 

En el equipo económico parece no haber intención de un cambio brusco y se apuesta a medidas como la extensión de un acuerdo de precios “voluntario” para contener la suba de precios. Hasta ahora, la práctica iniciada por Guillermo Moreno no tuvo resultados y los empresarios burlaron el congelamiento con simples retoques a los envases de sus productos y agregados como “plus”, “más energético” o “extra”, cuando en la práctica son los mismos productos.

 

 

El nuevo acuerdo tiene un impacto menor en la mesa familiar y poca incidencia en las ganancias empresarias y de supermercados, donde se concentra la mayor disparidad de distribución sobre el valor de los productos.

 

 

De todos modos, no deja de ser una intención positiva para los sectores más vulnerables de la sociedad, sobre todo en momentos en que desde distintos sectores se pretende agitar el fantasma de una crisis terminal, agigantada por saqueos y subas exorbitantes de precios, especialmente en la antesala de las fiestas de fin de año.

 

 

En estos momentos, más que nunca al cumplirse trece años de los trágicos últimos días de diciembre de 2001, hay que sostener la paz social que con tanto sacrificio de todos se logró conseguir.

 

 

Fue éste Gobierno el que terminó de sacar al país de su peor crisis de la historia, pero ya pasó una década y hay síntomas de agotamiento que deben ser atendidos. En esa línea política, el propio gobernador, al hacer un análisis del agotador año electoral que culmina, advirtió que dentro de la Renovación “tenemos que reinventarnos, porque ya no somos lo nuevo”.

 

 

 

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