“El Destino Moconá se está armando muy bien, pero habrá que definir qué perfil turístico tendrá”

(Lic. en Turismo Fernando Gutiérrez, administrador de Refugio Moconá). En la entrevista con ArgentinaForestal.com el especialista sostiene que aún la provincia tiene que definir «qué» se quiere del Destino para planificar inversiones y mejorar su oferta. «En El Soberbio  tiene que darse aún este debate entre los empresarios. Tenemos que lograr un punto de equilibrio económico, ya que no podemos sostener un emprendimiento de ecoturismo con tres turistas, pero habrá que debatir si será un destino “elite” o será “masivo”. Y si es masivo, hasta qué punto o de qué manera, ya que el área natural se diferencia mucho de Iguazú”, dijo.

 

En la entrevista con ArgentinaForestal.com, el administrador de Refugio Moconá  Fernando Gutiérrez, analizó el impacto del turismo en El Soberbio a partir de las nuevas de la promoción del “Destino Moconá”. El especialista sostiene que aún la provincia tiene que definir «qué» se quiere para planificar inversiones y mejorar su oferta en el área.

 

A partir del asfalto ¿cómo cambió la actividad turística en el área de Moconá?

En temporada alta llegaron a ingresar 1200 personas en un día, cuando antes del asfalto esto se lograba en un mes o en todo un año. Si bien esta temporada de vacaciones en julio estuvo floja, tenemos que prepararnos porque el atractivo del destino cambió muchísimo

 

¿Cuáles son los aspectos positivos y cuáles las materias pendientes para favorecer el desarrollo turístico en la zona?

Hay una cuestión puntual. Hay emprendedores que hace 30 años que están trabajando en esto y conocen el rubro  y como se va dando todo en la zona. Si bien se presentó un cambio acelerado, desde el punto de vista de inversión todavía no del todo atractivo para que se concreten si, por ejemplo, comparamos con la realidad de Iguazú. Sin dudas, como opción eligen invertir allá. Sin embargo, tenemos mucha gente que está comprando lotes con reservas y lo pone en valor con algunas cabañas y actividades. Puede ser que no sea gente del paño en turismo, en el caso nuestro (Refugio) los propietarios son forestales que me contrataron para desarrollar el proyecto turístico, mientras otros que desarrollando el emprendimiento en la medida que pueden y como va saliendo. Por otra parte, el Parque Provincial Moconá también se esta armando con servicios, restaurante e infraestructura que mejora la atención del turista.

Aún quedan un montón de cosas por hacer, se necesita un puente nuevo, más energía, comunicación, son aspectos que todavía hacen falta para atraer más inversiones en turismo, pero hay un flujo de turismo activo.

Hoy podemos decir que destino “Moconá” se esta armando. Cuál será el perfil o para dónde irá la oferta es el punto definir. Si será solo los Saltos, los Saltos y la selva, o la selva y si queda tiempo los Saltos del Moconá, es el debate que hoy ya se esta dando.

Hay emprendimientos que están hace unos 8 años, como Don Enrique o La Misión que están instalados antes del asfalto, que no venden como atractivo principal el Salto, sino que tienen su propia cadena de comercialización y ofrecen selva, descanso, relax, interpretación. Y trabajan muy bien de esa manera.

Después tenemos todo lo nuevo que tiene relación con la promoción que desde la Provincia hacen del PP Moconá. Lógicamente todos los emprendimientos estamos atados al funcionamiento del Parque, si tiene visitas todos estamos ocupados. Pero habrá que ver dónde el Estado apunta. Hoy el turista internacional baja de Iguazú y si quiere este destino se encuentra con que aún faltan servicios por mejorar en determinadas categorías. Por ejemplo, aún no respondemos con la demanda de una categoría cinco estrellas en el área de Moconá.
El Soberbio tiene hoteles de dos estrellas, residenciales. El pasajero decide volver a Iguazú o se queda en los lodges más prestigioso.

Iguazú siempre habló un  idioma diferente en turismo en la provincia, ya que trabajan a tal escala que su nivel empresarial es muy superior al resto. Muchas veces, la gente de la zona no esta en sintonía con lo que necesita el empresario de Iguazú. Si piden respuestas para un alojamiento de contingente de 80 pasajeros no tiene respuesta. Sumado a que no hay oficinas de reservas, uno llama  y puede ser atendido por un familiar que no puede dar respuesta inmediata.

De todas maneras, se esta remontado de a poco y muy bien. Tenemos las mejores expectativas. Nosotros no somos Iguazú ni tenemos esa categoría, no vamos a ofrecer lujos sino naturaleza.

Si el pasajero sabe a dónde va ir y  quiere tener experiencia con contacto con la naturaleza, tranquilamente puede venir y dormir una noche en el Refugio y después vuelve al Sheraton.

 

¿Llevan un registro para analizar cómo llegan los turistas al Refugio?

Si. Tenemos una encuesta de satisfacción para la gente que quede alojada y hacemos consultas a los que pasan por el lugar. Sabemos que el 15% de la gente que entra al Parque viene al Refugio. También que algunos lodges nos consideran como alternativa para que su pasajero se quede una noche más, ya que no competimos, sino que ofrecemos más actividades que alojamiento, algo distinto en el área. Tenemos una hidrografía muy rica, bosques en recuperación, paisaje y lugares para ver. Es una opción que enriquece la visita a la zona de los turistas.

 

¿Qué expectativas tienen para la próxima temporada alta? ¿Cómo cree que se pueda planificar las visitas en el área y evitar que “colapsen” los servicios como sucedió otras veces?

La temporada pasada fue atípica, excelente. Nadie estaba preparado para recibir la cantidad de gente que llegó. Este año, en julio vino la mitad de gente que el año pasado, bajo bastante el número al Parque y a los emprendimientos de la zona. A lo mejor La Misión o Don Enrique -que operan con reservas y tienen su estructura organizada- no se vieron afectados, pero el resto nos vimos todos afectados, quizás por la mala promoción que tuvo el desborde de la Garganta del Diablo, que fue cuando mucha gente suspendió su reserva.

Si viene otro pico de visitas, resultado del excelente trabajo que hizo la Provincia en comunicación en estos últimos cinco años que  nos posicionó como la “estrellita” de Argentina con Cataratas -gracias a eso se empieza a conocer más Moconá- no va a quedar otra que generar alternativas para mejorar la recepción.

Claro que si recibís a mil turistas en un día, y todo quieren hacer ese mismo día el paseo en lancha, lo más lógico es que se sature a las cinco horas. No se puede usar lanchas más grandes, se pierde calidad en el paseo, además que el mismo Salto no te permite. Por lo tanto, no es una opción hacer este destino muy masivo.

Hay que pensar en la manera de distribuir la gente para los paseos en lanchas, pasarelas, otros que hagan actividades puntuales en diferentes atractivos para evitar la concentración.

Una alternativa sería prever cupos por día y así planificar las opciones para el resto que no puede ingresar ese día a los Saltos. También creo que es necesario hacer un estudio de la capacidad de carga. No puede ingresar mucha gente en un lugar donde se sabe que causará un impacto. Si hoy ingresan 10 mil personas al Parque Moconá lo destruye, por dar un ejemplo.

Para implementar cupo, hay que hacer un estudio de carga.

Hacer conocer el Salto implica atraer más gente, esto hace que el ingreso al lugar sea más masivo. Ahora, tenemos que pensar en cómo hacer para controlar mejor las cosas. Hoy en Iguazú hay un ingreso masivo, pero en este caso, este es el perfil que ya se eligió para este destino.

En Moconá aún se tiene que definir el perfil y qué se quiere del Destino. Aquí tiene que darse aún este debate. Tenemos que lograr un punto de equilibrio económico, ya que no podemos sostener este proyecto con tres turistas, habrá que debatir si será un destino “elite” o será “masivo”. Si es masivo, hasta qué punto o de qué manera.

No queda otra que debatir entre los mismos empresarios de la zona y discutir que vamos a hacer. Si queremos ser lodge y apuntar a este punto, tenemos que tener clarísimo que vamos a dejar afuera mucha gente. Aquellos que quieran venir a pasar el día por 200 pesos o comer por 40 pesos, no vamos a poder atenderlos. Para comer en un restaurante por 40 pesos,  hay que ofrecer cubierto para 200 personas, de lo contrario no cierran los números.

Ahora, si querés ofrecer un servicio para un máximo de 25 personas, con atención personalizada, comidas regionales, necesitas cobras120 pesos, porque estas en medio de la selva, no hay luz y hay que renovar la mercadería dos veces por semana, traer la mercadería es a una distancia de 70 km y eso es nafta. Es decir, los costos para este tipo de turismo son más altos y mantener la experiencia de la gente con atención personalizada también tiene un costo alto, y cuando pensamos en buscar la forma de dar todo esto a un costo mas accesible, es complicado.

Tenemos que juntarnos, en principio, entre los propietarios de la zona, crear un ente o algo que trasmita nuestros intereses ante los organismos de la provincia, y que podamos plantear todos estos temas. En total, en El Soberbio somos unos 30 empresarios aproximadamente, entre los propietarios de Yabotí, hoteleros, restaurantes, y otras vinculados al turismo.

 

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