“Hemos identificado a 426 tratantes que operan en el país”

Firmeza. Trimarco muestra una fortaleza sostenida por el amor a su hija.

Firmeza. Trimarco muestra una fortaleza sostenida por el amor a su hija.

Susana Trimarco, la madre de Marita Verón no pierde las esperanzas de recuperar a su hija, desaparecida desde 2003. Destaca el trabajo realizado en Misiones contra la trata. 

Susana Trimarco sorprende por su fortaleza. Relata el horror de la desaparición de su hija con emotividad, pero no se quiebra ante el público ni en la intimidad de la entrevista. Y sus ojos brillan cuando habla de su nieta, Micaela, quien es hoy su compañera en la lucha diaria por buscar a María de los Ángeles Verón, desaparecida desde 2003, cuando fue secuestrada por una red de trata de personas.  Trimarco logró desenmarañar esa red de trata y hoy son varios los que están acusados en un juicio que se realiza en Tucumán, donde fue secuestrada María de los Ángeles. Pero ella quiere ver a más sentados en el banquillo de los acusados.

 

¿Cómo está la causa hoy?

Si fuera por la justicia de Tucumán el juicio no se hubiera hecho, trabajé mucho el año pasado, golpeé muchas puertas, para buscarlas a las chicas, sobre todo para conseguir los recursos, porque un juicio cuesta mucho dinero y la justicia de Tucumán no puso ni una hoja para el juicio. A quien tengo que agradecer por estos 9 meses largos de juicio es a la presidenta Cristina Fernández, que me ayudó para que se realice, dándome los recursos.

Tengo esperanza y fe de que se haga justicia, porque logré desenmascarar a toda esta red que opera a lo largo y ancho de nuestro país y también mostrarle a la sociedad cómo operan las redes, que no es una película, ni un dice qué. A cualquiera nos puede pasar esto. La trata de personas y la droga, la prostitución y tráfico de armas todo va pegado, porque los tipos también tienen armas.

 

 ¿Hay 13 imputados?

En realidad tendrían que haber sido 25, pero de esos, los jueces de Tucumán liberaron a doce, los dejaron sobreseídos, nosotros apelamos el sobreseimiento y pasó la causa a la Corte Suprema de Justicia, y la Corte dice que estos doce también tienen que ser investigados y tienen que ser procesados porque hay elementos como para procesarlos e investigarlos porque se tiene que seguir investigando, eso es lo que aconseja la causa.

 

¿Ahí estaría la banda completa de los secuestradores?

No, ellos serían los que prepararon el secuestro de mi hija, los que la vendieron y la explotaron. De la causa de mi hija van a salir muchos imputados, policías, secretarios de fiscalías, jueces que ya fueron destituidos del cargo, un juez que está detenido porque asesinó a una persona que también está metido en el tema de la trata de personas, en el caso de mi hija y en tráfico de armas y de autos ilegales y droga.

De esta causa nosotros hemos identificado a 426 tratantes que operan a lo largo y a lo ancho del país. La causa de Marita es un verdadero mapa de trata de personas porque tiene ramificaciones, desde Salta, Jujuy hasta Santa Cruz, Río Gallegos, Tierra del Fuego, están muy marcadas cómo operan, cómo es el camino, las rutas que ellos tienen a Buenos Aires, a Córdoba y realmente es muy impresionante toda la investigación que hicimos, descubrimos y aportamos a la justicia, porque lo hicimos nosotros, no la justicia.

 

Sus críticas son duras hacia la Justicia. ¿Sólo a la tucumana o a la de otras provincias?

No, lo vi en otras provincias también. En La Rioja, en Santiago del Estero, Catamarca. En Santiago del Estero las autoridades dicen que ahí no hay trata de personas. Pero cuando la busqué a mi hija en Santiago del Estero, liberamos chicas de Santa Fe, de Córdoba, chicas misioneras que han sido capturadas acá, explotadas en Santa Fe y luego hicieron la ruta de Córdoba y Santiago del Estero.

 

¿La justicia de Tucumán, ha mejorado o cambiado algo? Pasaron 10 años…

Algunas cosas han cambiado, pero todavía falta mucho. En el juicio se ha demostrado que poco es el cambio que hicieron porque el maltrato hacia las víctimas, hacia mi persona, la falta de respeto, hicieron que tenga careos con la delincuente que la vendió por cinco mil pesos a mi hija. ¿Cómo van a hacer eso? Diga que yo tengo fuerza y temple para sentarme frente a un delincuente y decirle en la cara que son delincuentes, lacras humanas, que me destruyeron mi vida y así como me la destruyeron y yo no tengo paz, tampoco la van a tener ellos. Les voy a destruir los negocios, los voy a perseguir hasta el final de mi vida. Así les dije delante de los jueces.

 

¿De dónde saca tanta fuerza?

Del inmenso amor que siento por mi hija. Yo a mi hija la amo con todo el corazón y ese amor te da potencia, te da fuerza. De solo pensar que mi hija depende de mí para salir de esa trampa que le tendieron y que depende de mí que se sepa la verdad, eso me da más fuerza y jamás pensé, en los diez años que llevo buscándola “voy a bajar los brazos o no la voy a seguir buscando a mi hija”, o de creerle a la justicia como me quisieron hacer creer que mi hija está muerta. Le dije a los jueces “si está muerta, quiero el cuerpo. ¿Dónde está mi hija si está muerta?”.

 

¿Cuáles son los últimos datos que ha conseguido?

Informaciones sobre ella últimamente hemos recibido muchísima, de gente que antes no quería hablar y ahora habla. Me mandan cartas anónimas o por ahí me llaman por teléfono o me escriben a la página que Marita tiene por Internet. Me dan muchas informaciones que yo aporto a la justicia para que se la busque a mi hija. 

 

Se cumplieron hace unos días los 35 años de Abuelas de Plaza de Mayo, ¿se siente emparentada buscando a una persona desaparecida, que ha representado un cambio también en esto de mostrar la trata como delito?

Yo a las madres y abuelas de Plaza de Mayo las adoro, ellas fueron a Tucumán a acompañarme el 3 de abril, que fue el día que se la llevaron a Marita. Hicimos una marcha y fueron al juicio a acompañarme. La verdad que yo nunca en mi vida me iba a imaginar de estar en la misma situación que estuvieron ellas, y que siguen estando, porque Estela sigue encontrando nietos. Hace poco encontró una nieta. Ellas son un ejemplo de vida, siguen luchando por los jóvenes. Son mujeres muy grandes de nuestro país.

 

 Hoy usted se está convirtiendo también en un ejemplo para otras madres que están pasando por el mismo problema…

Sí, la verdad que yo no me doy cuenta de esas cosas porque cuando uno busca a una hija o un hijo, vos lo que querés es llegar al objetivo de encontrar a la persona que amás y querés. Yo no me voy dando cuenta de lo que hago ni nada de eso. Yo no puedo vivir sin mi hija, la amo con todo el corazón, la extrañamos con Mica y lo que más queremos en el mundo es encontrarla y abrazarla.

 

Usted estuvo reunida hace pocos días con la Presidenta, ¿qué le dice ella?

La verdad que para mí fue un orgullo y una emoción muy grande que Dios me haya dado la oportunidad de conocerla a Cristina como lo conocí a Néstor, que me ayudó en el 2003 cuando asumió como presidente. Él me ayudó todo el tiempo que estuvo como presidente y después cuando cristina salió también, pero yo le dije una vez “gracias doctor Néstor Kirchner por ayudarme todo lo que me ayuda para la fundación -porque el me dio el dinero para que compre todo los mueblas de la fundación, para que haga todo lo que yo venía haciendo con la fundación-, y cuando usted me necesite políticamente o para algo, usted me dice señor Presidente”, y él me dijo “no Susana, yo te ayudo como un ciudadano común, como padre, porque con el dolor de las madres no se hace política. Yo te ayudo a bajo perfil para que vos puedas hacer lo que estás haciendo por tu hija y el estado también”. Y ahí me puso a disposición Interpol, el ministerio de Justicia, Gendarmería, Policía Federal, todo lo que yo necesitaba y recién hace tres días lo conté porque nadie lo sabía. Le conté a Cristina también y ella me dijo que estaba orgullosa como madre y como mujer de todo lo que yo estaba haciendo, que era un ejemplo de madre y de ciudadana y que cuente con ella en todo lo que necesite. “Qué necesitás Susana a parte de todo lo que hoy estamos haciendo por Marita”, yo le dije lo que necesitaba e inmediatamente ella tomó decisiones en ese momento y ya está lo que yo le pedí. O sea, el mismo compromiso que tuvo Néstor lo tiene ella, porque la fundación funciona con los recursos con los que ella nos ayuda para que podamos trabajar.

 

¿900 chicas?

Sí, más de 900 llevamos de todo el país y dominicanas, paraguayas, colombianas y argentinas de distintas provincias.

 

¿Y qué le dicen las chicas?

Y ellas me agradecen, yo les pido que se dejen ayudar, que no hablen si no tienen ganas de hablar, que pidan lo que necesitan. Primero y principal de llevarlas al médico para ver en qué situación está su salud, qué necesitan y ellas mismas después, una vez que ven que de corazón y como madre las ayudo, y que están en otro ambiente de buenas personas y no en las manos de los tratantes que las explotaron a ellas, las chicas cambian su actitud. Porque a ellas las mortifican mucho psicológicamente metiéndoles miedo con amenazas, matan a otras chicas y las hacen dormir con el cuerpo de una chica muerta, o en pleno invierno –contó una de las chicas- castigadas las sacaban en ropa interior al frío y les echaban un balde con agua en plena helada y las dejaban ahí. Muchísimas cosas feas, torturas que les hacen a ellas. Y bueno, ellas cuando ya sienten esa mano que nosotros les damos y les brindamos mucho cariño, amor, que es lo que necesitan ellas, confianza, ellas mismas te cuentan. Te van marcando y te van dando muchísima información, cómo operan, y cómo será que ellas están tan pendientes de esta gente que muchas veces se memorizan hasta los celulares, los números telefónicos de ellos porque les dicen “vos te vas a llamar Yanina, no vas a tener tu número legítimo y vas a tener este número de documento”, entonces les hacen el documento y las obligan que memoricen el nombre que figura en el documento y el número. Ellas te dan todos esos datos y son muy valiosos e importantes porque nosotros aportamos a las autoridades y estamos por detrás de la Justicia para que se investigue. Porque con los números celulares por ejemplo vos podés identificar al delincuente, las llamadas que hacen para poder detectar y desarticular a estas redes. Nosotros ayudamos a rescatar a las víctimas pero también es importante desarticular a las bandas y que los delincuentes no queden caminando en la calle, que vayan presos, porque sino va a ser lo mismo. Eso también es importante.

Entonces, con toda la información que ellos nos dan nosotros trabajamos y por eso se te van abriendo abanicos y abanicos de investigaciones, y eso te va llevando a otra cosa y por eso es que rescatamos las chicas.

 

¿Micaela tiene 13 años?

Mica tiene 13 y ahora va a cumplir 14.

 

¿Cómo le explicás esta situación?

No, Micaelita se crió en mis brazos, viéndome a mí luchar y pelear con su madre. En realidad yo le explicaba y siempre me manejé con la verdad, por supuesto cuando era más chiquita ella hablaba que los ladrones la llevaron a su mamá, yo no hablaba ni de proxenetas ni de prostitución ni nada de eso porque ella no lo iba a entender. Ella me decía “abuela, pero por qué vos no la podés encontrar a mi mamá y encontrás otras chicas”, porque ella veía a las chicas que yo llevaba a mi casa para hablar con ellas y yo le explicaba como podía. “No la encuentro a tu mamá porque yo hablo con la prensa y ellos dicen las pistas de Marita y la llevan a esconder a tu mamá”, le decía. “Y bueno, entonces no hables más con la prensa, porque así nunca la vas a encontrar a mi mamá”, me decía y era chiquita, tenía 6 o 7 años cuando me decía esas cosas. Y a medida que fue avanzando, que fuimos buscando a Marita y pasando el tiempo, ella fue creciendo y siempre –mientras estaba jugando- estaba escuchando muchas veces. Ella me lo dice ahora, que le diga lo que le tengo que decir porque muchas veces yo estaba hablando y ella estaba escuchando, “entonces yo sé lo que pasa”, me dijo.

Entonces sin darme cuenta la preparé mentalmente y espiritualmente para hacerla una niña tan fuerte y tan valiente como ella es, porque ninguna de las dos fuimos al psicólogo, ni ella ni yo. En el colegio ella es una alumna brillante, desde el jardín mi nieta tiene 9 y 10 en la libreta, fue abanderada del colegio. Ella todo lo que sabe y lo que hace es por iniciativa propia, yo jamás la obligué ni le reclamé los deberes que tenía que hacer o estudiar. Es una niña muy responsable y ahora se puso en mi lugar, me dijo “yo quiero romper el silencio, quiero defenderla a mi mamá y quiero que vos no estés más sola abuela”. Yo le dije que no estoy sola, que estoy con mucha gente, logré un equipo de gente y por todos lados estoy armando equipos de gente que nos están ayudando. Pero ella me dijo “sí abuela, pero el sentimiento que tenés vos y que tengo yo para mi mamá no lo tienen ellos. Nosotras la amamos de verdad a mi mamá y no quiero que estés más sola. Yo voy a estar porque quiero hablar. Ya se me rompió el silencio y quiero defenderla a mi mamá”. 

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