Aun quedan 150 familias en el predio privado que el domingo fue usurpado en la localidad de Andresito. Aproximadamente 250 personas, que montaron carpas en el predio de 107 hectáreas, se niegan a abandonar el lugar y más aun, se niegan a que se les haga un censo para determinar si tienen o no otras propiedades.
El intendente Bruno Beck, acusó a “grupos económicos poderosos que fomentan que las personas se queden”.
Beck mantuvo ayer una reunión de una hora con los habitantes ilegales y les ofreció que buscarían una solución a su problema habitacional, si se iban del lugar. El lote ocupado pertenece a la familia Markiewicz-Jones.
“Les dije que íbamos a buscar una solución en 180 días si abandonaban el lugar, pero que antes íbamos a hacer un censo, y eso no les gustó, no quisieron. De las familias que están ahí, el 80 por ciento tiene casas y tierras, lo que pasa es que es una cultura que se va generalizando y ellos están muy bien asesorados”.
La justicia dictó ayer una medida de no innovar y hay custodia en la zona, pero se sabe que de igual manera dejan el predio de noche y se turnan para custodiar la carpa que montaron, y regresan durante el día. Beck asegura que son personas del lugar, ni extranjeros ni de otras provincias, dijo. “La justicia tiene que actuar, aunque sé que eso me traerá problemas a mí porque se me van a instalar en la plaza”.
La jueza que entiende en la causa, María Teresa Ramos, dispuso reforzar la seguridad y efectivos de Iguazú fueron hacia Andresito. La policía espera la orden de desalojo. Al momento de justificar la ocupación de las tierras privadas, los okupas manifiestan haber recibido “la información de que el terreno está disponible por encontrarse en una situación jurídica irregular” y que necesitan un espacio donde habitar.
Viejos conocidos
De la misma forma en que se apropiaron recientemente del predio situado cerca del Cementerio local, pero en menor magnitud, hace aproximadamente cinco meses un grupo de okupas tomó el club Belgrano, cuyas instalaciones quedan prácticamente en la zona urbana de Andresito.
Antes, varias familias de tareferos ya se habían asentado irregularmente en la plaza principal. Se cree que un importante dirigente, opositor al actual intendente, estaría promoviendo dicha práctica ilegal. Según fuentes locales, “el vencimiento del contrato de ocupación” fue el argumento esgrimido por las familias que se habían asentado hace unos cinco meses en el club Belgrano cuyas instalaciones quedan prácticamente en la zona urbana de Andresito.
Algunas hipótesis, entre ellas la de la Policía, consideran que se trataría de la misma gente que invadió en ambos terrenos y también del mismo dirigente que otorgó información respecto a la supuesta “situación jurídica irregular”.
Tras negociar y acordar la construcción de viviendas rurales, los tareferos abandonaron el paseo público. Se calcula que un gran porcentaje de esos vecinos, a varios meses de estrenar su vivienda, volvieron a reclamar por terrenos deshabitados.
